Esta es una de las cartas que envié por correo electrónico a mi familia (primos, amigos y comunidad hippie en general) desde Siria. Hoy compartiré un poco más de mi intimidad con ustedes.

QUERIDA FAMILIA:

Hace un mes que no se nada de ustedes. He intentado comunicarme de mil maneras pero ha sido imposible.

Espero que este correo llegue antes de mi regreso a Colombia, pues he sabido que el gobierno revisa todos los emails y los considerados sospechosos no llegan a su destino. No creo que este sea el caso, pero por si acaso estén atentos para detectar cualquier señal de auxilio implícita en estas letras.

Todo aquí es alucinante, la gente es muy amable. El señor que nos atiente en el hotel es muy atento, aunque a decir verdad, cabe la firme posibilidad de que sean varios señores los que nos atienden y yo no me haya dado cuenta…es que todos son igualitos. Lo único que sabe decir en ingles es “good morning” y yo, lo único que se decir en árabe es “salaam-alaykumasí que para no exponernos a situaciones incómodas, hemos hecho un acuerdo tásito, sólo nos saludamos cuando nuestro único saludo encaja.


La habitación es Hermosa; en la entrada hay un gran divan, las cortinas son de tercipelo rojo, la cama es completamente dorada y gigante. Las sábanas son blancas, de un lino que que no había visto ni en Tolú y según mi abuela, los mejores linos del mundo son los que venden en Tolú. Las paredes son de rayas negras y blancas, típica damasina. Hay Fuentes por todos lados y espejos hasta en el techo. Parece que Aladino fue el decorador, hay tapetes de todos los colores existentes. Los baños son en mármol, aunque debo decir que éste merece un capítulo completo (después les contaré mi odisea por el desierto para usar el baño) se podrán imaginar.

Hoy pasó algo bien particular. Cuando salimos a caminar rumbo a la Mezquita, escuché a lo lejos unos redoblantes, la gente gritaba y había un fuerte olor a pólvora en el aire. Andrés (mi amado compañero de viajes) me repetía hasta el cansancio que me tapara que no me podia dar el gusto de irritar a Alá con alguna imprudencia, pues él no hace diferencias entre ropa de verano e invierno, así que esa ha sido la orden más esuchada por estos lados “tápate”.


No podía creerlo, era un entierro, con el pequeño detalle de que el muerto va destapado y van girando su cuerpo en el aire. Dando rienda suelta a mi morbo, saqué mi cámara, enseguida Andrés me gritó la segunda orden más escuchada en medio oriente “guarda esa cámara” y para tratar de convencerme, me dijo que si me gustaría que en un entierro familiar tomaran fotos. Mi respuesta no coincidía con la que él esperaría, así que para evitar cualquier discución, disparé un par de fotos al aire y la guardé.

Luego de atravesar el el zoco al-Hamidiyya (Mercado Árabe), que por cierto me sentí en Lorica, llegué a la Mezquita de los Omeyas. Ahí me puse la indumentaria obligatoria para entrar, que más me hacía lucir como una monja. No me alcanzan las palabras para describir tanta fastuosidad. Paredes completas tapisadas en mosaicos de oro, espejos y brillantes, es el maximalismo en pleno. En la entrada de la Mezquita están los restos del "templo Júpiter" y la tumba de Hussein (que no es Saddam), un martir musulman, nieto de Mahoma que murió violentamente. El sitio más visitado es la tumba de Juan Bautista, es impresionante verla, es la historia viva. Las mujeres son muy cariñosas, me sonríen, me abrazan, he aprovechado la ausencia de Andrés para tomar fotos de todo.

El segundo lugar que visito es la mezquita Ruqayya, es de orientación chií, son muy estrictos. En la entrada me dieron la ropa que debía ponerme. Hombres por un lado y mujeres por el otro, como es casi todo aquí.Todas las paredes, columnas, bóvedas y techos son una auténtica filigrana, con mármoles y cristales de diferentes colores, dorados, plateados, es hermosa y por estar embobada mirando todo, sumado a lo impactante de ver, cientos de mujeres vestidas de negro, cubiertas hasta los dientes (teniendo en cuenta que en nuestras tierras cada día es menos necesaria la ropa), le pisé el "tasbih" (una especie de escapulario con el que oran los musulmanes). La mujer gritaba como loca y yo repetía sin parar "perdón, excuse me, perdón", no se me ocurrió preguntar cómo se dice la palabrita en Árabe, así que ella no entendió que yo en verdad lo sentía y yo no entendí si en verdad me insultaba.

El gran salón está dividido en dos, todos pueden adorar y visitar las tumbas pero está diseñado de tal forma que hombres y mujeres no se encuentren (como pasa en la vida real).

Hay una tumba que me llama la atención, las mujeres lloran
desconsoladas, pasan la mano sobre ella y luego se la pasan por el cuerpo. Son llantos de dolor profundo, no de angustia, yo sólo las miro y tomo fotos. Cuando salí de allí, le pregunté a nuestro amigo y guía Abdul, quién era la persona que estaba en la tumba y me dijo que era la hija de Hussein, que murió de tristeza por la muerte de su padre y las mujeres lloran porque no pueden perdonarse el no haber impedido su muerte.

¿Y hace cuánto murió? hace 45 años. Creo que las mujeres no sólo lloran por su muerte, creo que la tumba Saidde Ruqayya la bisnieta de Mahoma, representa una especie de consultorio donde vienen a contar sus penas.

Mañana salgo temprano para Maaloula, se imaginaran la emoción tan grande. Llevo anotado n un papel todo lo que sé. Que hablan Arameo y que era la tierra de mi casi abuelo Sarkis y mi casi bisabuelo Habib. Espero que al igual que en El carito, esto sea suficiente para encontrar una familia completa.

Los amo y extraño...Adriana Lucía

Damásco, enero 20 de 2009


3 comentarios:

  1. Fascinante el relato, inmediatamente mi imaginación me trasladó a los lugares que describías; ojalá puedas compartir más historias, para conocer un poco más de esa parte del mundo.

    ResponderEliminar
  2. Me hiciste reír con lo del "tasbih"...,me encanta la forma en que escribes tu relato,me imagino como seria hablar contigo, estoy segura de que me harias reir mucho.ojala y algun dia suceda...es uno de mis mas grandes sueños...

    ResponderEliminar
  3. gracias Adriana Lucia! algún día quiero escribir así, desde el corazón y desde lo que soy, así escribiste, Así cantas, q bonito y Gracias muchas gracias por las bendiciones que me enviaste el día de mi cumpleaños, sep 29! No olvidare semejante detalle!

    ResponderEliminar