DE REGRESO

Sé que merecen una explicación de por qué no les escribo hace un mes, pero antes que nada debo decirles que les he extrañado profundamente y que este tiempo pienso muchísimo en ustedes.

He sido lectora compulsiva desde que aprendí a leer. Primero mi madre y luego mi abuela y mis tíos me enamoraron del maravilloso mundo de los libros. Antes de componer siempre leo, pues siempre que lo hago me dan ganas de escribir.

Soy cristiana hace muchos años, aunque no nací en un hogar cristiano y que yo recuerde nunca nadie me evangelizó. Recuerdo que cuando descubrí la biblia, el primer libro que me leí fue “hechos”, quizás porque era escrito por Pablo, alguien que representaba todo lo contrario a la imagen que siempre promovían de los hombres de Dios, santos y casi perfectos. Pablo era un tipo que tenía un caracter terrible, había pertenecido al ejército Romano y perseguía a los cristianos.

Me acostaba muy tarde estudiando y tratando de escudriñar cada cosa que leía. Vivía con mi hermana y una prima. Recuerdo que me emocionaba sentirme acompañada después de vivir tanto tiempo sola.

Mi hermana se acostaba muy temprano y siempre se dormía cantando, bueno, es que ella vive cantando. Mi prima estudiaba las obras completas de Freud y yo seguía sumergida en los libros escritos por Pablo. Había largos espacios de silencio y otros donde queríamos compartirnos todo. Yo aprendía de psicoanálisis y ella de cristianismo sin pretenderlo.

Un día me dijo que lo que ella estudiaba no estaba lejos de lo mío, que de cierta manera la psicología era fe, pues había que confiar en lo que no se veía. Qué puedo decir de la música, si es que en este mundo si que se necesita fe, sostenerse de lo que se cree y no de lo que se ve.

Un día me di cuenta que el televisor había acabado con ese mundo idílico. Pasaba horas pasando canales y mi tiempo de lectura disminuyó notablemente, así que decidí sacarlo de mi cuarto y de mi casa, de esto hace ya varios años.

Hace un año apareció en mi vida el computador y éste remplazó todo. Al principio recurría a él de vez en cuando, pues nunca he sido muy tecnológica que digamos: No tengo black berry, no hablo con nadie por chat, todo lo tengo que transcribir pues no superé el papel y el lápiz y jamás me he leído un libro virtual.

Poco a poco pasé a depender plenamente del computador y ahora peor porque vivía sola. Al levantarme, aún entre el sueño prendía el aparato que poco a poco pasó a dormir en mi cama. Siempre acostumbraba a dormir con la biblia en mi mesa de noche, un cuaderno de apuntes y un lápiz que durante días ni los toqué. Mi vida estaba sumergida en lo que tantas veces critiqué.

No voy a acusar al televisor ni al computador, que son herramientas maravillosas, realmente el problema era yo, que había descuidado mi espacio conmigo, mi intimidad.

Saqué internet 30 días de mi vida, porque necesitaba recuperar mi espacio perdido. Necesitaba ordenar muchas cosas en mí. Hay cosas mías que no me gustan y quiero cambiar, cosas que veía en otros y no sabía que tenía. Me sentí hablando de la gente y cargada de cosas que no eran necesarias y para todo esto, necesitaba pasar más tiempo conmigo, pero sobretodo en la intimitad con Dios.

Recordé que ser “cristiana” no es una etiqueta, que no es solo leer la biblia e ir a la iglesia para después levantar el dedo acusador y juzgar todo y a todo el que no piense como yo. Descubrí que ser cristiana, es intentar imitar la vida de Jesús (aunque sea imposible), descubrí que de nada vale hablar tanto de Dios cuando mi vida no habla de él, que la fe sin obras está muerta.Descubrí que todo cuanto tengo se lo debo a Dios y es él quien me ha sostenido todos estos años, y que debía darle el primer lugar en todo.

Esta no es una carta evangelística, ni pretendo convencer a nadie, respeto profundamente el pensamiento de todos, pues esto me da derecho a que me respeten el mío. Sólo pretendo serles sincera, como siempre lo he sido. Así como cada canción que canto es honesta, debo decirles que hoy más que nunca les agradezco por escuchar mi música, por amarme, por seguirme. Esto es impagable, lo sé porque realmente no lo merezco y es un honor para mí que de alguna forma, me hagan parte de sus vidas.

Deseo que Dios les bendiga y sane cualquier herida que tengan en el corazón.

Gracias por aceptarme como soy y permitirme que les abra el corazón de esta forma…realmente estoy pasando un gran momento de mi vida.

Aquí estoy de vuelta para ustedes, para seguir cantando y escribiendo, para contestarles cada mensaje y así conocernos cada día más.

Adriana Lucía

Esta es una de las cartas que envié por correo electrónico a mi familia (primos, amigos y comunidad hippie en general) desde Siria. Hoy compartiré un poco más de mi intimidad con ustedes.

QUERIDA FAMILIA:

Hace un mes que no se nada de ustedes. He intentado comunicarme de mil maneras pero ha sido imposible.

Espero que este correo llegue antes de mi regreso a Colombia, pues he sabido que el gobierno revisa todos los emails y los considerados sospechosos no llegan a su destino. No creo que este sea el caso, pero por si acaso estén atentos para detectar cualquier señal de auxilio implícita en estas letras.

Todo aquí es alucinante, la gente es muy amable. El señor que nos atiente en el hotel es muy atento, aunque a decir verdad, cabe la firme posibilidad de que sean varios señores los que nos atienden y yo no me haya dado cuenta…es que todos son igualitos. Lo único que sabe decir en ingles es “good morning” y yo, lo único que se decir en árabe es “salaam-alaykumasí que para no exponernos a situaciones incómodas, hemos hecho un acuerdo tásito, sólo nos saludamos cuando nuestro único saludo encaja.


La habitación es Hermosa; en la entrada hay un gran divan, las cortinas son de tercipelo rojo, la cama es completamente dorada y gigante. Las sábanas son blancas, de un lino que que no había visto ni en Tolú y según mi abuela, los mejores linos del mundo son los que venden en Tolú. Las paredes son de rayas negras y blancas, típica damasina. Hay Fuentes por todos lados y espejos hasta en el techo. Parece que Aladino fue el decorador, hay tapetes de todos los colores existentes. Los baños son en mármol, aunque debo decir que éste merece un capítulo completo (después les contaré mi odisea por el desierto para usar el baño) se podrán imaginar.

Hoy pasó algo bien particular. Cuando salimos a caminar rumbo a la Mezquita, escuché a lo lejos unos redoblantes, la gente gritaba y había un fuerte olor a pólvora en el aire. Andrés (mi amado compañero de viajes) me repetía hasta el cansancio que me tapara que no me podia dar el gusto de irritar a Alá con alguna imprudencia, pues él no hace diferencias entre ropa de verano e invierno, así que esa ha sido la orden más esuchada por estos lados “tápate”.


No podía creerlo, era un entierro, con el pequeño detalle de que el muerto va destapado y van girando su cuerpo en el aire. Dando rienda suelta a mi morbo, saqué mi cámara, enseguida Andrés me gritó la segunda orden más escuchada en medio oriente “guarda esa cámara” y para tratar de convencerme, me dijo que si me gustaría que en un entierro familiar tomaran fotos. Mi respuesta no coincidía con la que él esperaría, así que para evitar cualquier discución, disparé un par de fotos al aire y la guardé.

Luego de atravesar el el zoco al-Hamidiyya (Mercado Árabe), que por cierto me sentí en Lorica, llegué a la Mezquita de los Omeyas. Ahí me puse la indumentaria obligatoria para entrar, que más me hacía lucir como una monja. No me alcanzan las palabras para describir tanta fastuosidad. Paredes completas tapisadas en mosaicos de oro, espejos y brillantes, es el maximalismo en pleno. En la entrada de la Mezquita están los restos del "templo Júpiter" y la tumba de Hussein (que no es Saddam), un martir musulman, nieto de Mahoma que murió violentamente. El sitio más visitado es la tumba de Juan Bautista, es impresionante verla, es la historia viva. Las mujeres son muy cariñosas, me sonríen, me abrazan, he aprovechado la ausencia de Andrés para tomar fotos de todo.

El segundo lugar que visito es la mezquita Ruqayya, es de orientación chií, son muy estrictos. En la entrada me dieron la ropa que debía ponerme. Hombres por un lado y mujeres por el otro, como es casi todo aquí.Todas las paredes, columnas, bóvedas y techos son una auténtica filigrana, con mármoles y cristales de diferentes colores, dorados, plateados, es hermosa y por estar embobada mirando todo, sumado a lo impactante de ver, cientos de mujeres vestidas de negro, cubiertas hasta los dientes (teniendo en cuenta que en nuestras tierras cada día es menos necesaria la ropa), le pisé el "tasbih" (una especie de escapulario con el que oran los musulmanes). La mujer gritaba como loca y yo repetía sin parar "perdón, excuse me, perdón", no se me ocurrió preguntar cómo se dice la palabrita en Árabe, así que ella no entendió que yo en verdad lo sentía y yo no entendí si en verdad me insultaba.

El gran salón está dividido en dos, todos pueden adorar y visitar las tumbas pero está diseñado de tal forma que hombres y mujeres no se encuentren (como pasa en la vida real).

Hay una tumba que me llama la atención, las mujeres lloran
desconsoladas, pasan la mano sobre ella y luego se la pasan por el cuerpo. Son llantos de dolor profundo, no de angustia, yo sólo las miro y tomo fotos. Cuando salí de allí, le pregunté a nuestro amigo y guía Abdul, quién era la persona que estaba en la tumba y me dijo que era la hija de Hussein, que murió de tristeza por la muerte de su padre y las mujeres lloran porque no pueden perdonarse el no haber impedido su muerte.

¿Y hace cuánto murió? hace 45 años. Creo que las mujeres no sólo lloran por su muerte, creo que la tumba Saidde Ruqayya la bisnieta de Mahoma, representa una especie de consultorio donde vienen a contar sus penas.

Mañana salgo temprano para Maaloula, se imaginaran la emoción tan grande. Llevo anotado n un papel todo lo que sé. Que hablan Arameo y que era la tierra de mi casi abuelo Sarkis y mi casi bisabuelo Habib. Espero que al igual que en El carito, esto sea suficiente para encontrar una familia completa.

Los amo y extraño...Adriana Lucía

Damásco, enero 20 de 2009


EL CIRCO DE ARTURO



Aprendí a soñar muy temprano. Supe que los sueños podían hacerse realidad cuando tenía como cinco años y decidí contarle a mis abuelas a lo que me quería dedicar toda la vida: “quiero trabajar en un circo, viajar de pueblo en pueblo y ser la contorsionista”. Debo aclarar que a cada una le conté por separado.

Mi abuela paterna, doña Minerva Grazzia, sonrió y dijo a mis tíos: “ya oyeron a lo que se va a dedicar su sobrina” entonces mis tíos tuvieron una brillante idea. Ellos serían mis entrenadores cada tarde cuando llegara de la escuela, tendrían una serie de ejercicios que yo debía practicar con disciplina. Recuerdo que me doblaban en un taburete, que caminaba de espaldas al piso apoyada con las manos y puntas de los pies, recogía pañuelos con la boca y hasta me enseñaron la forma histriónica de pararme para recibir los aplausos del público.

Todo esto ocurría en ausencia de mis padres, hasta que una tarde mi papá llegó antes de lo previsto y nos encontró en plena función. Me miró y dijo rápidamente “supe de unas clases de gimnasia olímpica que están dictando en Montería, así que voy a inscribirte”. La verdad eran más emocionantes las clases con mis tíos, lo único especial que puedo recordar de esa experiencia, es que mi papá me llevaba en moto a las clases y todas las niñas me miraban con cara de envidia y yo caminaba presumida.

Una tarde mi abuela, doña Minerva, me contó algo que cambió mi mente por esos días: “hay algo que no te he dicho y creo que es importante que lo sepas”. “yo tengo un primo que es dueño de un circo”, “se fue hace muchos años de aquí, por eso no lo conoces”. “siempre quiso ser mago, hasta que lo consiguió. Se fue con toda su familia y montaron un circo” No podía creerlo, ya entendía de dónde venía mi gran afición por el tema, definitivamente era algo genético: “abuela, ¿cómo se llama el circo de tu primo?” le pregunté – “se llama como él, Arturo, mejor dicho “el circo de Arturo” me respondió con una sonrisa medio perdida entre los labios.

Fueron noches enteras pensando en ese primo que ya quería y jamás lo había visto. Hasta que un día se hizo el milagro, todos en El carito gritaban como locos: “¡llegó el circo!” ¡”llegó el circo”! Y es el circo de Arturo”. Puedo recordarlo como uno de los días más felices de mi vida. Todo el pueblo estaba en la plaza viendo como se construía clavo a clavo y carpa a carpa un sueño. Nadie se quería ir, entonces mi papá me dijo que este día le recordaba su niñez, cuando al pueblo llegaban los gitanos, armando sus grandes carpas que en las noches se convertían en teatro y proyectaban las películas mexicanas de la época, cobrando unos cuantos pesos que a duras penas les alcanzaba para sobrevivir, pero todos los que lo vivieron recuerdan esos días, como los más felices de su vida.

Llegó por fin, la siguiente noche y con ella la primera función del circo. Los más viejos fueron a ver a Arturo, ansiosos por ver sus trucos de magia y los más niños, jamás habíamos visto un circo, ni los gitanos, ni nada parecido, así que todo El carito en pleno estaba allí. Todos aplaudimos, disfrutamos, comimos, en fin, fue una gran fiesta de bienvenida, y llegó para mí el momento más anhelado, salió la contorsionista, se llamaba Yesenia, ella se movía como si fuese de caucho, la verdad sentí que las famosas clases con mis tíos habían valido la pena, pues muchas de las cosas que vi, me sentí en capacidad de imitarlas, así que cada vez me sentía más cerca de mi sueño.La verdad sentí que las famosas clases con mis tíos habían valido la pena, pues muchas de las cosas que vi, me sentí en capacidad de imitarlas, así que cada vez me sentía más cerca de mi sueño. Fue una noche de luz, donde no fue necesario mirar al cielo para ver las estrellas.

Al día siguiente, cuando salí de la escuela fui directo a buscar a Yesenia, era unos pocos años mayor que yo, y en cinco minutos ya nos habíamos ahorrado años de amistad y en las tardes siguientes, estábamos preparando nuestra primera función. Fuimos amigas, ensayábamos, me prestaba todos sus trajes de lentejuelas y plumas, conocí el mágico mundo circense, era la primera que salía del público como voluntaria para que me lanzaran cuchillos, me subía en una escalera que luego un hombre sostenía con la barba y hasta ayudaba a recortar las boletas de la taquilla. Arturo me vio y me preguntó: “¿Tú qué eres de Minerva Grazzia? –“soy la nieta- respondí. No puede ser, ella era mi prima favorita, así que de ahora en adelante esta es tu casa.

Pero como esto no podía ser para siempre, un día llegó el fin, era la última función y al igual que el primer día todo el pueblo fue a despedirlos. Por la mañana sentía que me hacía falta una parte del cuerpo, para ser más exactos, era un pedacito de alma el que se me había ido con el circo. Hasta que llegué a la casa de mi abuela materna, la niña Ignacia Díaz y le dije: “Estoy muy triste, yo quería trabajar en un circo”. “Quería viajar y recorrer los pueblos, siendo la contorsionista”. “y por qué me dices que querías”- me respondió- “porque ya se fue el circo” Pasaron muchos días, donde el único tema de conversación era la ausencia de Arturo y su familia. Una tarde mi abuela Ignacia, hacía galletas de limón como de costumbre y me dijo: “te tengo una sorpresa, ven, vamos al patio” corrí como loca a ver de qué se trataba todo y ese día supe que los sueños se hacían realidad, mi abuela me había construido un circo. Lo supe también cuando mi abuela Minerva me dijo que tenía un primo que se llamaba Arturo.

Adriana Lucía

Finales de Septiembre de 2009

“A MI DIOS TODO LE DEBO”

Empezó a cantar porque esa es su naturaleza. Siguió cantando para sacar el dolor que llevaba dentro y musicalizar esa eterna tragedia que bordea su vida pero que el inmenso amor que hay en su corazón no deja que penetre, como si su canto pudiera ahuyentar la tristeza. Sus antepasados africanos cantaban para sanar el dolor, él para sanar su alma y de paso sanar la nuestra. Un cimarrón que escapó al monte en busca de libertad.

Comparte sus alegrías y calla sus dolores. Si tiene rabia no pronuncia palabra. Cuando está triste, llora y deja que sus lágrimas lo purifiquen. Cuando se equivoca pide perdón y vuelve a empezar. Es casero y aunque es flojo para los oficios de la casa, le gusta ver todo en su puesto. Lleva una vida tranquila al lado de su esposa Jacqueline. Le encanta ver películas en casa, es consentidor y le gusta que lo consientan. Viven en un apartamento en Barranquilla, donde casi nunca los visitan.Tienen una casa en Miami que frecuentan a menudo. Es poco amiguero pero de sonrisa amplia y los pocos amigos que tiene, son los de siempre.

Es un compositor natural, autor de más de cien canciones y 40 éxitos. Considerado por la BBC de Londres en el año 1987, como el mejor artista del planeta. Dueño de una voz prodigiosa, su baile, su canto y su gracia, lo hacen único. Hay historias interminables de talento y éxito sobre su vida. Ya no viste esos inolvidables trajes a los que nos acostumbró (aunque conserva muchos de ellos), ahora es un poco más recatado. Hijo de Ángela González y Guillermo Arroyo. El nieto de Ángela Chávez, padre de 6 hijos y abuelo de Tania. Ese es Joe Arroyo, un libro abierto del que siempre faltarán páginas por contar.

Zenaida Llegó a su casa a trabajar como empleada doméstica hace nueve años. Desde ese día es su inseparable compañera y como su hija. De la mano de Joe, se ha paseado por varias ciudades de Estados Unidos y Europa. ¿Por qué dicen que eres su principal alcahueta? Le pregunto y me contesta con voz inocente: “será porque me gusta complacerlo en todos los gustos. Le cocino si es preciso de madrugada. EL dice que puede haber mil pastas en el mundo pero que la mejor es la que yo hago y si él lo dice, será porque es verdad”.

Una vez estaba en España, cantando en las ferias de Sevilla y se le acercó el rey y le pidió que le cantara “la rebelión”, rápidamente se percató de que la letra contaba la llegada de negreros por allá en los 1600, y un negro guapo que se rebelaba y pedía que no le pegaran a su negra. Mientras cantaba improvisaba una nueva letra de la canción de forma natural. El rey mandó a parar la orquesta y le dijo: “Joe, tócame la canción como la compusiste, esa es la que quiero oir”.

En el año 1989 lo invitaron a participar en el “festival de soneros” realizado en el “Madison square garden” en New York. Antes de subir al escenario, Ralph Mercado, (organizador del evento), se le acercó y le dijo que conocía su gran versatilidad como intérprete, pero que esta noche le pedía que sólo interpretara salsa, considerando que el evento a realizarse, era un festival de soneros. “Decirle eso a Joe, es como decirle a un niño chiquito que no toque algo” asegura Ojeda (su actual manager). Hasta las paredes del “Madison” se estremecían por la gran ovación del público cuando cantó el tema que lo hizo merecedor del premio “A mi Dios todo le debo”. Joe Arroyo gana el festival de soneros cantando una cumbia.

En una ocasión al finalizar una KZ, el empresario del evento, le dijo que no tenía dinero con que pagarle y lo único que tenía era un pato. Joe tomó el animal y lo montó en el bus. Al día siguiente hubo sancocho de pato para pagar el show de la noche anterior.

Aunque los dos últimos años estuvo alejado de los escenarios, en la actualidad Joe sigue más vigente que nunca. Tiene una agitada vida de conciertos. El pasado 14 de mayo fue condecorado en la Casa de Nariño, junto a los maestros Wilson Orlando Valderrama, ‘El Cholo Valderrama y Jorge Villamil, con la Medalla al Mérito Cultural durante la presentación del Gran Concierto Nacional 2009, evento que se realizará este 20 de Julio para celebrar nuestra fiesta de independencia donde se le rendirá homenaje, no sólo por 40 años de historia musical, sino a toda una vida de lucha y entrega.

¿Si pudieras ponerle un nombre al libro de tu vida, cuál sería? Pregunto y me responde con seguridad: “A mi Dios todo le debo, él es quien me tiene aquí, él me trajo a cantar. Lo sé porque cada vez que me subo a un escenario, siento que es la primera vez”. Un silencio profundo y sigue hablando, “He pasado momentos muy difíciles y siempre me salva. Espero que me siga ayudando… quiero seguir cantando”.

Siempre cantarás Joe, esa es la ventaja de los artistas. Su obra permanece viva por siempre. Quiero saber una cosa, se ha hablado tanto de ti, se han contado tantas historias, incluso tú has cantado tu vida “Sí pero yo no me doy cuenta de eso” me interrumpe. “Yo sé que he cantado mi vida pero de eso me doy cuenta un poquito más adelante, cuando miro para atrás compruebo que es como una válvula de escape a tanta presión que llevo dentro”. ¿Falta algo por decir de ti que no se haya dicho? Y con voz serena responde: “De mí se ha dicho todo, menos una cosa y es que YO CANTO CON AMOR Y POR AMOR!

LISTA DE GANADORES CONCIERTO NUESTRA TIERRA!!

Yuli Andrea Ballesteros
Andres B.
Astrid Merchan
Ashly Barajas
Andrea Pulzara
Vero Hernandez Merlano
Vero Escandon
Mayra Alejandra Martinez
Edwin Gutierrez
Maria Antonieta Galindo
Jorge Vargas
Ambar Najera
Catalina Camacho
Luisa Avila
Oscar David Alvarez
Andrea Guerrero
Heidy Acuña
Lizzeth Suarez
Guillermo Montes Herrera
Francia Elena
Jeneira Argel

Gracias por participar a los ganadores por favor enviar al mail sus datos: nombres y apellidos, cc, y correo electrónico

MAÑANA LISTA DE GANADORES!!

Gracias a todos los que participaron en el concurso, gracias por compartir conmigo sus historias más íntimas, en verdad uno no se alcanza a imaginar todo el efecto que causa una canción en la vida de alguien. Es curioso, a mi me pasa con las canciones de mis autores favoritos pero nunca pienso en lo que sucede con mis propias canciones en las que también comparto con ustedes la intimidad de mis sentimientos.

la vamos a pasá bien, no hay duda. A gritá, a gritá!! jajaja

GRACIAS!!

Quiero agradecerles profundamente el apoyo que me han brindado en esta etapa de mi vida. Todas las luces y ángeles que me mandan han llegado, lo siento cuando estoy en esos días oscuros y de pronto la luz entra por la ventana. Gracias por dejarnos entrar a sus vidas y permitir que nuestro arte los acompañe.

Agradezco sus comentarios y opiniones, leo con atención cada cosa que me escriben, pues es necesario cuestionarme y así poder crecer en todo sentido. Espero que a través de mi blog, podamos seguir construyendo más espacios para estar en contacto y hacer más cortas las distancias.

Besos pa todos!

Aquí les dejo un pedacito nuestro…Quiero que te quedes.